Tanto si es un verano especialmente caluroso como si viene cargado de tormentas, tu césped tiene mucho con lo que lidiar. Te mostramos las formas más eficaces de cuidar el césped en verano para tenerlo preparado y protegido durante la época de más calor.
05.06.2024
El riego del césped es una de las medidas de mantenimiento más importantes y se debe tener en cuenta durante todo el año, aunque especialmente en verano, que llueve poco. Dependiendo de la luz solar, la intensidad del calor y el viento, tendrás que adaptar tanto la frecuencia como la cantidad de riego. La norma recomienda realizar riegos intensos en lugar de superficiales. La frecuencia vendrá marcada por las condiciones ambientales de la zona donde esté el jardín.
En general, el mantenimiento del césped en verano implica regar abundantemente y no realizar riegos superficiales. Sin embargo, es importante recordar que regar el césped en verano puede ser perjudicial si se hace en exceso, ya que desplaza aire de los poros del suelo y hace que se pudran las raíces. Toma una muestra del suelo y huélela: si huele mal o es de color azul grisáceo, es muy probable que esté anegada, asfixiada y necesite cuidados adicionales para recuperarse.
En los veranos secos es vital asegurarte de que tu césped tiene suficiente agua. Si no tienes un medidor de humedad a mano, puedes comprobarlo colocando varios tarros de mermelada en distintos puntos de tu jardín. Si la hierba ha recibido suficiente cantidad debería haber alrededor de 2 cm de agua en todos los tarros después de la lluvia o del riego. A partir de ahí, y tras varias pruebas, podrás medir las necesidades de agua para que tu césped no sufra el estrés térmico del verano dándole lo que necesita para que sobreviva a las altas temperaturas.
Otro método para analizar la humedad de la tierra es introducir una cuchilla o pala dura en distintas partes del suelo para extraer una muestra de tierra a una profundidad de unos 10 cm. En verano, en un césped bien cuidado, la tierra más profunda debe estar húmeda (no mojada) y la parte superior, de 1 a 2 cm, debe estar seca; nunca debe ser al revés. Si la muestra está húmeda en la parte superior y seca por debajo, el agua no llega adonde es necesario.
Cuando se trata de regar en verano, el error más común es hacerlo con demasiada frecuencia y de forma insuficiente. Muchas personas siguen un programa para el cuidado del césped que implica regar ligeramente el césped todas las noches durante los días calurosos, pero esto causa problemas a largo plazo. Esto se debe a que la hierba seca del césped es la que más se encharca y el agua solo profundiza unos pocos milímetros de tierra, en el mejor de los casos. Con el tiempo, la hierba responde concentrando sus raíces cerca de la superficie del suelo, lo que la hace especialmente vulnerable al estrés estival. Otro efecto es que la paja del césped se acumula rápidamente y empieza a ser dominante impidiendo que la humedad llegue a la tierra bajo la superficie, lo que provoca que el césped tenga “adicción” a la humedad y necesite ese riego diario para que la hierba no se vuelva a amarilla rápidamente. Si ha ocurrido esto, además será un césped más vulnerable a las enfermedades fúngicas.
El césped alcanza su máxima actividad a principios de verano, por lo que rebosará fuerza y crecimiento. Esto significa que puedes cortar el césped cada cuatro o cinco días cuando comience el verano. De hecho, cortar el césped a menudo fomenta un crecimiento más frondoso, estimulando la hierba para que desarrolle nuevos brotes laterales. Aunque casi más importante que la frecuencia de corte, es cortar el césped a la altura correcta.
Cuanto más altas sean las temperaturas, más largo debe dejarse el césped para proteger las hojas sensibles: Corta el césped a 4 o 5 cm en zonas soleadas y a entre 5 y 7 cm en zonas en sombra. Si se prevé una ola de calor, el césped que está al sol puede dejarse más largo para que las hojas se hagan sombra entre ellas. Como norma general, no debe cortarse más de un tercio de la longitud en cada corte para evitar quemaduras y manchas poco estéticas. Utiliza siempre un cortacéspedes con las cuchillas afiladas y asegúrate de que el suelo esté seco.
Si has descuidado el mantenimiento del césped durante un tiempo, es posible que tengas que cortar la hierba antes de que llegue el verano. Hazlo en varias pasadas, primero con el ajuste de corte más elevado posible y luego con uno más bajo. Todos los cortacéspedes STIHL tienen regulación de la altura de corte para que puedas ajustar el corte a la altura adecuada para tu césped.
Especialmente en verano, si las hojas de césped no vuelven a levantarse después de haber pisado sobre ellas, esto puede indicar una falta de hidratación. Echa un vistazo a tu rutina de riego y plantéate un programa semanal con una cantidad de entre 20 y 25 l por metro cuadrado (cantidad y frecuencia variable en función de las condiciones metereológicas y ambientales del jardín).
A principios del verano, casi se han consumido los nutrientes de los fertilizantes utilizados en primavera. Para mantener tu césped durante la temporada de los agitados partidos de fútbol y barbacoas, te recomendamos que vuelvas a fertilizar al principio del verano. De hecho, incluso los céspedes que no tienen este tipo de actividad pueden beneficiarse de un extra de vitaminas en estos momentos, ya que el corte frecuente a principios de la temporada implica que muchos de los nutrientes de la hierba se pierdan en los recortes, ejerciendo mucha tensión sobre el suelo a largo plazo. Por eso es tan importante devolver nutrientes vitales al césped en verano y la mejor manera de hacerlo es añadiendo un fertilizante mineral.
A la hora de elegir el fertilizante adecuado para el cuidado del césped durante el verano, debe observarse que contenga los siguientes componentes:
Ingrediente activo | Descripción |
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Potasio (K) | Aumenta la resistencia a las plagas, regula el metabolismo de las plantas |
Fósforo (P) | Refuerza el crecimiento de las raíces y ayuda en la protección contra las heladas |
Magnesio (Mg) | Favorece la formación de clorofila durante la fotosíntesis y garantiza que el césped tenga un color verde intenso |
Calcio (Ca) | Estabiliza las paredes celulares de la hierba y ayuda a las plantas a absorber los nutrientes del suelo |
Nitrógeno (N) | Fomenta la división celular y, por lo tanto, la regeneración de todas las partes de la planta. Estimula el crecimiento del césped |
Es importante que estos minerales y nutrientes estén presentes en la proporción adecuada. Además de necesitar una gran cantidad de nitrógeno para crecer sano y frondoso, el césped también requiere altos niveles de magnesio y calcio para resistir tanto el calor extremo como las tormentas de verano.